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“Este apoyo nos da esperanza”: Un viaje a la maternidad en medio del ciclón tropical Chido

 Una embarazada sonríe a una mujer que lleva un chaleco del UNFPA fuera de una tienda de campaña
Con ocho meses de embarazo, Massiala Agostinho recibe atención prenatal vital del UNFPA, que ayuda a garantizar un embarazo seguro y saludable incluso en medio de los desafíos del ciclón Chido © UNFPA Mozambique / António Mussuque
  • 20 Enero 2025

PROVINCIA DE CABO DELGADO, Mozambique – Cuando el ciclón tropical Chido atravesó el norte de Mozambique, en diciembre de 2024, Massiala Agostinho, de 26 años, tenía ocho meses de embarazo de su quinto hijo. 

Como casi todos los demás en su aldea de Sambene, en el distrito de Mecufi de la provincia de Cabo Delgado, la casa de la Sra. Agostinho fue rápidamente reducida a escombros por los fuertes vientos y las lluvias torrenciales. Desde hace casi un mes permanece en un angosto refugio con su esposo y cuatro hijos, con la esperanza de dar a luz de manera segura en un centro de salud en funcionamiento.

Cuando golpeó el ciclón, la Sra. Agostinho había estado en un programa de capacitación para hacerse trabajadora sanitaria comunitaria cerca de la capital provincial, Pemba, que también fue muy afectada. Al regresar a Sambene, encontró a su familia desarraigada. 

“No podía creer lo que veía”, comentó al UNFPA, la agencia de la @ONU_es para la salud sexual y reproductiva. “Todo había desaparecido. Mi dulce hogar, donde me sentía tan segura, ya no existía”. 

El hospital local sufrió graves daños, por lo que la Sra. Agostinho tuvo que viajar en bote de remos al Centro de Salud del distrito de Mecufi para recibir atención prenatal, soportando dolor de espalda y fatiga a medida que avanzaba su embarazo. Se informa que más de 50 centros de salud están total o parcialmente inoperables debido a la destrucción provocada por el ciclón y los suministros médicos destruidos. 

Lagunas en el apoyo crítico

 

Una mujer de pie frente a un refugio improvisado
El ciclón tropical Chido dejó un rastro de destrucción en el norte de Mozambique, reduciendo casas a escombros, desplazando a miles de personas y separando comunidades a medida que arrasaba las carreteras y las redes de comunicación. © UNFPA Mozambique

Se estima que el ciclón tropical Chido mató a 120 personas y afectó a más de 450.000. La falta de vivienda, la escasez de alimentos y la necesidad de apoyo médico y psicosocial a largo plazo son algunas de las prioridades clave para la recuperación; sin embargo, con más del 40 % de los hospitales dañados, el UNFPA estima que más de 12.000 mujeres embarazadas han tenido un acceso aún más restringido a la atención de la salud.

En la provincia de Cabo Delgado, solo cuatro de los diez espacios seguros y centros de salud de remisión para mujeres y niñas apoyados por el UNFPA están funcionando actualmente, lo cual reduce drásticamente las opciones para que las sobrevivientes de violencia de género y las personas en riesgo busquen ayuda, en momentos en que los riesgos están aumentando.

Cecília Wachave, de 45 años y madre de dos hijas, de la aldea Wiyeweya en Mecufi, dijo al UNFPA, “Ojalá no anochezca, porque no sé qué podría pasar mientras dormimos bajo el árbol sin luz”.

El UNFPA se esfuerza por garantizar servicios esenciales de salud sexual y reproductiva y respuesta a la violencia de género para más de 60.000 mujeres y niñas de las comunidades afectadas. Se han creado espacios seguros móviles y temporales para proporcionar alojamiento y apoyo inmediatos, y se han puesto en marcha rápidamente medidas de sensibilización y protección contra la violencia de género entre las comunidades, así como en la distribución de alimentos y agua, que es una esfera en que las mujeres y las niñas son objeto de abusos, explotación y agresión con demasiada frecuencia.

Mujeres con recién nacidos hacen fila frente a una tienda de campaña del UNFPA
En medio de los crecientes desafíos climáticos, el UNFPA se centra en garantizar que las mujeres y las niñas tengan acceso a servicios de salud esenciales, protegiendo su bienestar y resiliencia ante las crisis. © UNFPA Mozambique/António Mussuque 

En asociación con los servicios provinciales de salud, se está adaptando el asesoramiento sobre planificación de la familia para las personas sumidas en la crisis, se han establecido servicios médicos temporales de emergencia en tiendas de campaña especialmente equipadas y se están distribuyendo kits con suministros sanitarios, ropa interior y otros artículos esenciales. También se ha desplegado una clínica móvil en Mecufi para garantizar que las embarazadas puedan recibir atención prenatal y obstétrica crítica.

 “Este apoyo nos da esperanza”, dice la Sra. Agostinho. “Nos muestra que no estamos solas”.

Resiliencia frente a la adversidad

Para las mujeres embarazadas en Sambene y más allá, la falta de acceso inmediato a los servicios de salud materna puede poner en peligro la vida. Muchas ya estaban lidiando con los desafíos del desplazamiento forzado en el conflicto de varios años de Cabo Delgado, y este último desastre agrega un nuevo nivel de sufrimiento. 

Además de las dificultades para garantizar el acceso a la salud, la provincia enfrenta la escasez de trabajadores sanitarios calificados, una laguna que el UNFPA está tratando de colmar capacitando a enfermeras y parteras y apoyando su despliegue en zonas de difícil acceso. El Centro de Salud de Mecufi, apoyado por el UNFPA, donde la Sra. Agostinho buscó ayuda, ha proporcionado protección a innumerables mujeres embarazadas, pero sus recursos se agotan y se necesita con urgencia un mayor apoyo. 

Junto con el Gobierno de Mozambique, el UNFPA pide 7,2 millones de dólares para apoyar a las mujeres y niñas afectadas por el ciclón Chido.

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